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La ansiedad anticipatoria en relaciones nuevas

fenómeno post - pandemia
14 de noviembre de 2025 por
La ansiedad anticipatoria en relaciones nuevas
FUNGISHOP
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En estos últimos años hubo algo que cambió profundamente, aunque casi no lo hablamos:

nos cuesta más vincularnos en persona.

Conocer a alguien nuevo, tener una cita, entrar a un cumpleaños donde no conocés a nadie, incluso ir a un coworking… todo genera una tensión rara, como si el cuerpo estuviera en alerta social permanente.

No es casual.

Es post-pandemia.

¿Qué es la ansiedad anticipatoria?

Es esa sensación de nerviosismo que aparece antes de un encuentro social.

No es la situación en sí: es la espera, el “qué va a pasar”, el “cómo voy a ser percibido”.

Hoy, muchísima gente la experimenta.

Incluso personas que antes eran súper sociables.

El cerebro post-2020: la hiperalerta quedó instalada

Durante los confinamientos el contacto presencial desapareció casi por completo.

Pasamos más de un año viviendo en pantallas, sin mirada directa, sin interpretaciones corporales, sin contacto físico.

El sistema nervioso se adaptó:

redujo entrenamiento social → aumentó anticipación → aumentó cortisol ante situaciones nuevas.

Y esa respuesta quedó.

Hoy, lo presencial genera más estrés que antes.

Datos que ayudan a entenderlo

📌 En Argentina, según un estudio de la UBA (2023),

  • el 62% de personas entre 25 y 45 años reporta “aumento del estrés social” tras la pandemia.

  • el 48% dice sentirse “más autoconsciente y tensa” en encuentros presenciales.

  • el 36% evita situaciones sociales nuevas por ansiedad anticipatoria.

Y algo clave:

Las apps de citas informan que hay más matches pero menos encuentros presenciales, una brecha nueva que apareció después del 2021.

La gente quiere conectar, pero le cuesta dar el paso.

Ejemplos cotidianos (que seguro viviste o viste)

  • Tenés una cita y dos horas antes ya sentís taquicardia, ganas de cancelar, mini náusea.

  • Vas a una reunión de laburo presencial y te preguntás: ¿estaré diciendo algo ridículo?

  • Entrás a un bar y sentís que “todos te miran”, aunque nadie lo esté haciendo.

  • Te invitan a un cumple y estás 30 minutos debatiendo si realmente querés ir.

  • Estás más pendiente de cómo te ves que de qué estás sintiendo.

No es fragilidad.

No es “estar roto”.

Es un sistema nervioso que estuvo dos años sin contexto social real.

El problema de fondo: la autoconsciencia excesiva

Las videollamadas nos dejaron un hábito tóxico:

vernos a nosotros mismos TODO EL TIEMPO.

Hoy mucha gente llega a una cita con la misma sensación que en Zoom:

mirarse mentalmente, corregir postura, revisar si la cara está bien, pensar cómo suena la voz.

La espontaneidad bajó.

La performance subió.

¿Se puede revertir? Sí, pero no con voluntad: con cuerpo

La ansiedad anticipatoria no se resuelve pensando distinto.

Se resuelve regulando el sistema nervioso.

✔ Volver gradualmente a lo presencial

✔ Practicar respiración diafragmática antes de un encuentro

✔ Ampliar la tolerancia al “momento incómodo”

✔ Trabajar en terapia somática o corporal

✔ Recordar que los demás también están ansiosos

El cuerpo necesita volver a entrenarse para estar con otros.

¿Y qué tiene que ver el Reishi?

Sin vender humo:

no “cura la ansiedad social”.

Pero sí ayuda en algo clave:

regula la respuesta de estrés.

El Reishi:

  • baja hiperactivación del sistema nervioso,

  • modula el cortisol,

  • mejora la calidad del sueño (y un sistema descansado es menos ansioso),

  • facilita que el cuerpo vuelva a un estado de “seguridad interna”.

No resuelve la cita.

Pero te devuelve el piso para atravesarla sin que el cuerpo se incendie.

En síntesis:

La ansiedad anticipatoria es un síntoma cultural post-pandemia.

No es un defecto del carácter.

No es falta de ganas.

Es un sistema nervioso sensible, que necesita tiempo, cuerpo y regulación para volver a confiar en la presencia del otro.

Y si mientras tanto querés apoyarte en algo, el Reishi es un buen compañero —no para apagar síntomas, sino para acompañar el proceso.

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