La creatividad como signo de salud

El estrés crónico apaga la imaginación

La creatividad no es solo cosa de artistas. Es una capacidad profundamente humana: resolver un problema de otra manera, improvisar en la cocina, inventar un juego con los hijos, tener una idea distinta en el trabajo.

Pero para que esa chispa aparezca, el cuerpo necesita estar regulado.

Cuando vivimos en modo “supervivencia”, con cortisol elevado, sueño fragmentado y un sistema nervioso en alerta constante, la creatividad se apaga.

El cerebro se centra en lo básico: resistir, cumplir, sobrevivir. No hay espacio para imaginar ni para jugar.

Ejemplos cotidianos:

• Llegás a casa tan cansado que no se te ocurre qué cenar... pedís lo de siempre.

• En el trabajo, repetís fórmulas conocidas en vez de probar algo distinto.

• Sentís que tu cabeza está “plana”, sin ganas de inventar, de crear, de proyectar.

Eso no es falta de talento: es falta de energía y regulación.

Creatividad como síntoma de bienestar

Un cuerpo que descansa, digiere bien, respira profundo y se siente seguro tiene energía extra. Y esa energía se transforma en curiosidad, en ganas de probar, en imaginación.

La creatividad, en ese sentido, es un signo de salud: cuando aparece, es porque el terreno interno está fértil.

Adaptógenos que devuelven vitalidad mental

• Melena de León 🍄: favorece la regeneración neuronal y mejora la plasticidad cerebral, ayudando a que las ideas fluyan con más claridad.

• Cordyceps 🍄: aumenta la producción de energía celular y mejora la oxigenación, entonces menos fatiga mental, más vitalidad para pensar y crear.

No son un “atajo” para ser más creativos, sino aliados para devolverle al cuerpo las condiciones donde la creatividad puede nacer sola.

Una invitación

La próxima vez que sientas que tu mente está bloqueada, no pienses solo en “forzar” la inspiración. Preguntate:

¿Estoy descansando lo suficiente?

¿Estoy alimentando mi cuerpo de forma que sostenga mi energía?

¿Estoy dándole un respiro al estrés?

La creatividad florece en cuerpos que se sienten bien. Y cuando aparece, es señal de que algo dentro tuyo volvió a estar en equilibrio.