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La piel y el intestino

cómo la inflamación intestinal se refleja en tu cara

¿Sabías que tu piel puede estar contándote lo que pasa en tu intestino? En los últimos años, la ciencia viene confirmando lo que la medicina integrativa sospechaba hace tiempo: la salud intestinal y la salud de la piel están íntimamente conectadas.

Hoy te contamos cómo se vinculan, qué factores pueden alterar ese equilibrio y qué podés hacer para recuperar el brillo natural de tu piel desde adentro.

 Piel y microbiota: un diálogo silencioso

Tanto la piel como el intestino tienen su propio microbioma: una comunidad de microorganismos que conviven con nosotrxs y cumplen funciones esenciales. En el intestino, estas bacterias nos ayudan a digerir, absorber nutrientes, producir neurotransmisores y defendernos de agentes dañinos. En la piel, regulan el pH, protegen de infecciones y colaboran con la reparación celular.

Pero lo más interesante es que la microbiota intestinal y la de la piel se comunican. Cuando hay un desequilibrio en el intestino (lo que se llama disbiosis), el cuerpo entra en un estado de inflamación crónica que se refleja en la piel:

🔹 Brotes de acné

🔹 Rosácea

🔹 Piel seca o sensible

🔹 Envejecimiento prematuro

Inflamación silenciosa, piel reactiva

Muchos problemas de la piel no tienen que ver con cremas o factores externos, sino con lo que pasa adentro: estrés, mala alimentación, exceso de azúcar, antibióticos, alcohol y ultra procesados alteran la microbiota intestinal. Eso genera inflamación y una barrera intestinal más permeable (síndrome de intestino permeable), que permite el paso de toxinas al torrente sanguíneo. El resultado es un cuerpo en modo alarma... y una piel que lo manifiesta.

¿Cómo nutrir la piel desde el intestino?

  1. Reducí inflamatorios: menos azúcar, gluten refinado, alcohol y estrés.
  2. Sumá prebióticos y probióticos naturales: alimentos fermentados como el chucrut, el kéfir o la kombucha ayudan a equilibrar la microbiota.
  3. Alimentá tus neuronas y tu barrera intestinal: ahí es donde entran ciertos aliados naturales como la Melena de León, un hongo medicinal que protege la mucosa intestinal y ayuda a regenerar las conexiones neuronales.

Aunque es más conocida por su efecto nootrópico (mejora de la memoria y la concentración), la Melena de León también tiene propiedades antiinflamatorias y regenerativas a nivel intestinal, fortaleciendo la salud de la microbiota. Y si tu intestino está feliz… tu piel lo va a demostrar.

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